Día Cuatro:

http://bit.ly/bmgl0s

 

Esta liga es under porque literalmente es algo que está «oculto», no porque no sea muy conocido.

Día Tres:

Uno de los videos musicales más perturbadores que he visto #ever.

Día Dos:

Día Uno:

Torturar es mi placer más grande, ver morir a manos mías a una persona inocente es un éxtasis total. Empecé hace ya mucho tiempo con esto y les diré que nadie jamás me va a detener, sólo puedo detenerme yo mismo y obviamente no es algo que quiera. Confieso que antes me daba miedo ser descubierto y que me lincharan o que me atrapara la policía, pero ahora disfruto muchísimo el que en el país donde vivo, esto sea cosa de todos los días, los policías están más preocupados por no ser los próximos ejecutados que en capturar a un asesino como yo. Han sido tantas personas, han sido tantas maneras diferentes y con orgullo puedo decir que yo he sido uno distinto cada vez que salgo a matar. Sé que hay más como yo, lo puedo sentir. A los que se nos parecían, los atraparon porque su amor al matar no era auténtico, sino una consecuencia de algún trauma o enfermedad, eran sólo idiotas inadaptados. Pero no yo, no los otros como yo que nos adaptamos PERFECTAMENTE a la sociedad, le sonreímos a la gente, paseamos a nuestro perro, tenemos un empleo y salimos con amigos. El primer paso para llegar a ser un asesino como yo es entender que nos han criado obligándonos a repetir «No matarás» pero que eso es basura. Lo único que le sobra a este mundo son sus malditos humanos y yo le haría un gran favor dejando de respirar, pero sé que puedo hacer una labor aún más grande. No tengo ningún remordimiento por lo que hago, sé que a las demás personas les puede parecer enfermo o aterrador, pero es porque dejaron que alguien más envolviera su mente en sueños color rosa y pendejadas que los tendrán contaminando aún más este maravilloso planeta. Un momento…
Ya regresé. Fui a cortarle un par de dedos a mi última víctima. Yo antes no entendía por qué en las películas el villano se tarda tanto en sacarle la mierda al protagonista (y luego el protagonista se aprovecha de eso para darle un giro al final) pero es en verdad un deleite regresar para encontrar cada vez más cagada de miedo a la pobre inocente niña de ocho años que su único delito fue el haber nacido de una madre estúpida y descuidada. Nuestro mundo merece gente mejor, nuestro mundo era perfecto antes de que llegáramos a chingarlo de todas las maneras que se nos ocurrieran. Esa gente no debió llegar aquí, esa gente no merece nada, ni respirar. Soy un justiciero y me vale verga si me recuerdan como lo que sé que soy o como un monstruo porque son incapaces de darse cuenta de la realidad.

Celos

A Hércules se lo chingó la perra de Deyanira. Antes de eso, todos se la pelaron ante su ira.

Abuelo Regañón… y te jodes.

 

¡Porque los hombres dominábamos a las mujeres!… err… por lo menos hace cincuenta años = S

Debrayando con Wayito, Parte 1

Les propongo algo: No se me ocurría un verdadero post para el tema de esta semana (ha habido veces en las que siento que mi post me saldrá genial y se volverá épico) y pues pensaba en tal vez dejar pasar el tema, pero acabo de leer los que la gente que sigue posteando aquí nos regalaron y me siento menos presionado, fueron todos post muy amenos y nada elaborados, así que… ¿qué les parece si me agarro a debrayar (ojo: esa palabra no la he podido encontrar en el diccionario) acerca de lo que se me ocurra #yasí ?
Se lo comenté a Kurazaybo: no logro ubicar nada con el tema porque, aunque muchas veces me costó caro darme cuenta de algo, la verdad es que no puedo decir que ya «he aprendido» algo, por insignificante que sea. Probaré con un poco de lo que leí de ustedes y me dejaré llevar por mis debrayes
El amour. Ustedes no están para saberlo ni yo para pustiarlo, mi panza y mi papada jamás me ayudarán a convencerlos, pero yo en secundaria tenía mucho pegue. Pegue no del tipo de que le llegara a gustar a la chavita que a mí me gustaba, sino de ese otro pegue con el que te enteras que a una niña a la que le decían Caña María (la caña es un licor de lo más corriente, $10 varos la botella de litro y en la huasteca es lo que toman los indígenas… como yo) muere y suspira todo el día por ti. Hubo otras más que me acosaban con la mirada, me mandaban papelitos pendejos y cosas por el estilo. El diveness es algo que ahora critico y aborrezco, pero que comprendo muy bien *tal vez aquí venga mi primer «Lo aprendí a la mala» *, funciona de esta manera: (ya lo dijo Román, pero aquí voy de nuevo) Coge algo equis. Dale una forma distinta, píntala, ponle brillitos, what-eva, el chiste es que puedas agarrarte de eso para decir que ya no es equis. Consigue que alguien con un poco de autoridad -puede ser un artista de Televisa, un jugador de football o alguien muy atractivo- lo promocione y voilà! Tienes a todo el mundo queriendo ese objeto que en un principio fue equis. Si no logran ver el business (o yo estoy muy pendejo para explicarme) así como yo lo veo, no los culpo, tengo muchos amigos que son en realidad auténticos (valga la redundancia) y les gustan las cosas sin importar qué tan choteadas estén o si a nadie más le gusta, pero para mí es completamente una tragedia. La puta de Megan Fucks, Angelina Jolie y una lista infinita de PERRAS sin ningún talento que se la pasan en sesiones de fotos que sus fans coleccionan de manera enferma. Mucho ojo, por favor: no me jode la pseudo (y muy cuestionable) belleza de esas mujeres ni el éxito ni si tienen o no talento. Me jode la manera en la que se contagia el gusto por ellas, ¡por Dios! existe gente normal mucho más bella, con una personalidad increíble, con defectos como todos, pero que te llenan de una manera más completa que una pendeja modelo. Muy seguramente estoy equivocado, en los comentarios ustedes, si les da la gana, me harán darme cuenta de mi error, ¿Quién, en este caso, es esa persona con autoridad que dice «Coman y beban todos de Megan Fucks, porque ésta es su carne que será entregada a todos… bla bla bla» ? YO DIGO que Michael Bay. Es claro: los mocosos pendejos pudieron haber visto a Megan Fox pasar por la calle y tal vez no le habrían dedicado más de dos segundos a verla caminar porque su PSP les demandaba enderezar el volante de su coche tuneado en Midnight Club DUB Edition. Van al cine a ver UNA PINCHE PELÍCULA DE ROBOTS y entonces, durante una muy buena parte de la movie el director se dedica a enfocar los fabulosos abs de la perra ésta y su cinturita y su piel, mh… ¡qué piel! y esas pequitas y sus labios carnosos, ¡Mh… mamaciiita! (con la tonadita guarra) y esa espalda bien sabrosita y como que se le quiere ver la rayita de las nal… ah… ah… ah… Meegaaaan!!!… *Se fuma un cigarro en el cine* So: pinches mamadas. Debería pagarle el 80% de todo lo que gana al director éste, yo JAMÁS había visto a esa pendeja antes. Un detalle importante, muy importante y que me caga, es la actitud que «toman» estas pinches bitches: la de diva. Román es muy observador y aquí le doy toda la razón. Me ha tocado ver a chavas que solían saludarme, platicarme, vaya: hasta fajar acá en buen plan convertirse en unas bitches insoportables posers hijas de la chingada y todo por un puto concurso (ni sé si se diga así) de reina o princesa de la escuela. ¿Qué mierdas les pasa? Ya sé, ya sé, entiendo que el ego y esas mamadas, pero ¿tanto como para transformar la personalidad? ¿Tanto como para que olvide de sus mejores amigos? ¿Tanto como para tener después que PROCURARSE todas las mieles de su ascenso al precio que sea? ¡Carajo! Yo les confieso que mis 5 minutos de diveness se me pasaron rápido y confieso que siempre la sufrí. Yo no tomé la actitud de mamón porque me hiciera el divo, sino porque en realidad me fastidiaba un grupito de viejas FEAS en mi salón, pero siempre he sido el imbécil que se mea de nervios cuando la güera de las tetotas me dirigía una palabra. (Tengo pedos, estoy viendo todo el mar de letras que me aventé con un simple puntito… que todavía no termino)
Anyway… Me fajé chido con un par de chavas del grupito aquel, luego me cambiaron de escuela por una híper mega súper pendejada que hice… que no, no me atrevo a platicárselas, es demasiado vergonzosa. Luego entré a la prepa y pues ahí hubo faji-aventuras, pero también fue la primera vez que me hicieron mierda el corazón. Se llamaba Fulanita 1 [Los nombres utilizados en este post son ficticios para mantener el anonimato de un par de perras ojetes que jugaron con el pendejo del autor]. Fulanita 1 era la típica (en ese tiempo yo no lo veía así) pendeja de la que todo mundo se burlaba porque no se sabía ni los albures más básicos. Creo que aquí viene mi «Lo aprendí de manera culera» 2. En esta vida, en estos tiempos y en este pinche país es necesario saber de albures. En lo personal me cagan porque involucran algo que hasta hace poco me parecía sumamente desagradable: sexo entre personas del mismo sexo. Decirle a un niño de mi edad que «se sentara», que «me las pasara», que «le atravesaba» o que «me bajara» tal o cual cosa me era repugnante. No sé si porque tenía mucha imaginación o me lo tomaba muy en serio, pero yo sentía que era una vil proposición a tener relaciones y pues no mamen, ¡qué asco! Nunca le vi la gracia y a ver si les puedo dejar un video al final del post que vi dos veces, la primera vez sumamente indignado y la segunda muriendo violentamente de risa. Pues a esta niña la pendejeaban todos, la tenían por una estúpida y su candidez jamás conmovió a nadie, sólo a mí. No piensen que para ese entonces yo era el pinche puerco que soy ahora. La verdad es que me ponía nervioso, me temblaban las rodillas y me ponía rojo con ella y pues a ella le pasaba más o menos igual conmigo. Fue muy bonito, duró un mes completo y en toda la grandísima relación que tuve con ella solamente nos besamos como tres o cuatro veces… y de piquito, nunca de lengua, nunca fajamos. Le lloré como un año y cuando la he llegado a ver por ahí, mi corazón se acelera y quiero salir huyendo, pero me aguanto como los hombres y me meo como siempre. Resulta que en aquel entonces, yo tenía la idea de que el amor era algo tan poderoso que cambiaba a las personas. Yo era un cuasi pandillero y ella pues una niña boba. Cuando empezamos a andar cometí la típica pendejada de querer ir a hablar con la mamá, acompañarla a todos lados, visitarnos en nuestras casas y darle mucha formalidad al asunto. ¿Qué quieren, cabrones? Nunca había sentido las hormonas inundándome el cerebro e insisto que fue bonito, hasta que la mamá de Fulanita 1 decidió hacerle la vida imposible a su hija hasta que se alejara de mí. Ahora Fulanita 1 tiene un matrimonio de la shit, dos o tres hijos y creo se anda divorciando. Soy una mierda, my brothers, la verdad es que quedé tan lastimado al después sufrir su total indiferencia que sí sentí un poco de gusto al saber que no tenía un matrimonio plenamente feliz… como el que soñaba yo formar con ella.
Aquí le dejo porque de por sí ya veo venir un par de «tl, dr» y hablando así no terminaría nunca. (Nocierto, voy a mi cuarto a llorar como niña)

 

 

Life was sweet… for a minute.

Les dejo esta recomendación en vez de un patético post puesto que traigo un PMS del diablo y estoy muy sensible (si el comentario anterior lo conmovió, le invitamos a realizar un donativo a la cuenta 823847892371 de Banamierd na’más porque las penas con pan son menos).

¡Ah, sí! y estos dos quotes que seguido me vienen a la cabeza cada que pienso en «el futuro».

«When you are young, your potential is infinite. You might do anything, really. You might be Einstein. You might be DiMaggio. Then you get to an age where what you might be gives way to what you have been. You weren’t Einstein. You weren’t anything. That’s a bad moment.»

«I came up with a new game-show idea recently. It’s called The Old Game. You got three old guys with loaded guns onstage. They look back at their lives, see who they were, what they accomplished, how close they came to realizing their dreams. The winner is the one who doesn’t blow his brains out. He gets a refrigerator.»

La Armadura Prohibida de los Amigos Locos.

«Porque si jamás hiciéramos aquello que está prohibido, nos estaríamos auto condenando a vivir una vida sin sabor»


Hoy se cumplían nueve días buscando una víctima que valiera la pena. Nada. Formada ya en la fila para hacer el mismo depósito que venía realizando desde hace ya más de una semana, Paola estaba empezando a pensar en regresar a planchar camisas y pegar botones de nuevo e intentar ganarse la vida de manera decente. El letrero de «En esta sucursal no se permiten» siempre le pareció gracioso. La gorra hasta arriba seguida de los lentes hacían parecer al celular una especie de bigote extraño, mas hoy esa peculiar silueta no la hacía sonreír, ni un poco. Un poco desesperada metió la mano en la bolsa de la gabardina. Sí, ahí estaba aún el celular barato y por lo tanto simple de utilizar que venía cargando todos los días desde que planeó todo con sus dos colegas. Ahora, al sentirlo, le parecía un gasto inútil y excesivo. Era el turno en la fila de un señor pequeño y bonachón. Al verlo pasar recordó bien las indicaciones de sus compañeros: «Personas a las que se les pueda someter fácilmente, de preferencia mujeres, hombres mayores o pequeños, aún así, procura fijarte si pudieran ser peligrosos» y comparando a ese pequeño barrigón, pensó que ese podría ser una excelente víctima. Avanzó la fila dos lugares y no parecía que pudiera mejorar mucho la situación cuando el cajero que atendía al hombre lindo y bajito le pidió un minuto, se perdió al fondo del pasillo y en seguida regresó con varios fajos de billetes de quinientos y mil pesos. Inmediatamente el corazón se aceleró dentro de Paola y su mano volvió a buscar el celular dentro de su gabardina para escribir sin sacar la mano de la bolsa «HOBRE CNISA BLANCA CALVO BOLSA NEGQA 200 MIL» intentando disimular el nerviosismo de una ladrona primeriza. El hombre bonachón salió del banco sin prisa y Paola se quedó aún formada para depositar los doscientos pesos que siempre depositaba, para luego retirar de su propia cuenta.

«Yo una vez estuve loco. Luego maté a mi niño interior brutal y sádicamente, y heme aquí, curado»


No sé por qué estoy aquí. No sé por qué me han vuelto a traer. Me estoy acostumbrando, es la verdad, pero eso no significa que lo esté disfrutando. Prometí portarme bien, ¿qué fue lo que hice ahora? Tal vez no he hecho yo nada, tal vez fue sólo que no me quieren ya. Veo a todos los demás aquí y entiendo que éste no es mi lugar. Tal vez lo es y jamás podré entender el porqué. Antes me parecía cruel, al menos ahora siento que no lo hacen con maldad, el traerme aquí. Si tan sólo no me tuvieran aquí aislado, si tan solo pudiera hacer amigos como (casi) todos los demás. Sé que no soy tan malo, yo no quiero hacerle daño a nadie. Me pone muy triste encontrar en las miradas de todos ese miedo, ese terror al verme. Sé que no me lo he ganado, sé que ellos no me conocen, que no saben bien quién soy, jamás me han dado la oportunidad de acercármeles. Aquel niño sin ojo y con la cicatriz, recuerdo cómo lloró cuando me acerqué a él, como si yo fuera aún más feo que él, sé que no lo soy, no me he visto en un espejo en mucho tiempo, pero sé que no lo soy. Sólo mi madre es linda conmigo. Ella siempre me cuida, siempre me acaricia y me mira con ternura, es verdad que a veces llora cuando los demás me rechazan y hablan lo peor de mí, pero me encanta cuando me abraza, cuando me besa y me canta. Tan sólo acordarme de ella hace que el ambiente cambie, por un instante puedo sentirme cerca de ella y no en este infierno con olor a medicinas. Ahí viene de nuevo esa puta enfermera. Maldita sea ella y su estúpida gorrita blanca. Viene con esos dos tipos enormes la desgraciada, voy a matarla, esta vez sí voy a arrancarle la cara, se la arrancaré y me la pondré como máscara para que todos me odien y me teman con una auténtica razón. ¡MALDITOS PERROS!, ¡Apártense de mí, voy a matarlos, voy a violarlos a todos y a sus madres!, ¡Apártense, canallas, les arrancaré la vida a pedazos!

«¿Qué sería de mí sin ti, amigo mío?»

¡Puta, cabrón!, ve… ¡A huevo, puto, ya se hizo! No mames, no mames, ok, way, «manos a la obra», mira, dice que… creo que dice que «camisa blanca, bolsa negra» ok, entonces vamos a darle chance, a ver, repíteme, ¿cómo va a estar el pedo? Ajá, sí, ok, a huevo, entonces le vamos a dar hasta el primer semáforo, como dijimos, muy bien. Míralo, ese debe ser, sí, no mames, se ve que sí trae por lo menos unos ciento cincuenta… Ay, no seas pendejo, claro que MIL, papá. ‘Uta, pa’ pinche carrito, way, pero no, acuérdate que eso ya es otro pedo, está más cabrón. Órale, síguelo… ¡Puta, cabrón, qué pinches nervios! Pero de que se hace, se hace, mi rey. Ok, no te le pegues tanto, simón, así… Ok, esta es la buena, esta es la buena… Deséame suerte, amigo. Ok, ok, pase lo que pase, NO TE VAYAS SIN MÍ, ok? Ok, ok… voy. [Rompe el vidrio con un bat, lo tira lejos y saca una pistola] ¡No te muevas, pendejo, no te muevas! Pásame esa bolsa, pásamela rápido, si no, aquí te mueres, pendejo. [Revisa la bolsa a una distancia prudente del vehículo] ¡Si nos sigues, te lleva la chingada, pendejo! [Golpea al hombre en la cabeza con la cacha de la pistola y corre]. Métele, métele… ¡Vergas, cabrón, ahí se quedó! Puta, way, sí, sí, aquí están. Ahorita los checas, cabrón, no mames, métele, way, me estoy cagando. ¡Puta, sí, way! No, yo creo que ya chingamos, pero en ese rato sentía que se me iba a salir un tiro. No sé, way, creo que sí salió bien. Espérame a que me calme, creo que voy a vomitar. Puta es que ¿qué hicimos? No, way, ya sé, pero me refiero a que… ¡futa, cabrón! Deja ver ese billelle… ¡Uuuujú! A huevo, papá, ¡a huevo!, No mames, ¡a huevo! Ve… aquí van… son de a quinientos, entonces aquí son cincuenta… no mames, way, ¡CINCUENTA MIL AQUÍ NADA MÁS! No, ‘pérate, entonces acá son cien… puta, cabrón… no mames, son doscientos cincuenta mil… ¿qué pedo? No, way es que no lo puedo creer, o sea: doscientos cincuenta mil en nuestra primer chamba, ¡A HUEVO! ‘Pérame, déjame le marco a Pao, se va a cagar, way, ya chingamos, papá, ¡ya chingamos!


«Un hombre no debe depender jamás de su armadura, así como jamás prescindir de ella»


El dolor de cabeza era intenso, pero sabía que tenía que actuar rápido. Sacó el celular y marcó. «Oye, cabrón, investígame un Pointer negro con placas «SCV 22-85″, sí, de aquí de San Luis». Llegó a su casa y comenzó a calmar a su mujer antes de que ésta empezara a hacer el esperado escándalo. Le preguntó cómo fue y cogió el teléfono, a lo que él le hizo una señal y discutieron por un rato. Su esposa lloró de tristeza y lo besó muchas veces en la cabeza, en las mejillas, en los labios. Él prometió recuperar el dinero del viaje y salió no sin antes decirle a su esposa que la quería, que ella y sus hijas eran todo para él. Justo al salir recibió una llamada «Listo, patrón, ya los tenemos ubicados. Están en casa de un familiar del dueño del coche», se subió a su camioneta del año y se quedó un momento pensando, suspiró y se fue de ahí. Cuando llegó a la casa de Paola, estaban ya varios de sus hombres afuera sin llamar la atención, de no haberlos conocido, seguramente no se habría dado cuenta de que estaban ellos ahí. «¿Cómo vamos a proceder, patrón?, ¿Cómo siempre?» le preguntó uno de ellos. «No, ni madres… a éstos nos los vamos a llevar para el rancho». Sus hombres entraron y en menos de dos minutos salieron con Paola, su hermana, su primo y el amigo de éste amordazados y sin oponer resistencia. Los subieron a las camionetas y con los ojos vendados se los llevaron a un lugar a las afueras de la ciudad. No era un rancho, era simplemente una construcción entre los cerros, ideal para torturar a una persona hasta la muerte, sin oportunidad alguna de escapar. Al llegar, los golpearon durante media hora mientras «El Patrón» disfrutaba de su venganza sin demostrarlo. Pasada esa media hora, se acercó a cada uno de los ladrones y les dijo en voz baja «Sé que es una pregunta tonta, pero ¿para qué querían el dinero?» Ellos dijeron que Paola tenía a su hijo enfermo. Paola dijo que quería el dinero para irse para siempre de este lugar y comenzar de nuevo, sola, muy lejos, para jamás volver.

Tú en mí

Esa Mirada

Me resulta increíble cómo tus palabras me hicieron reír a carcajadas por horas, darme cuenta de tu chispa, de tu ingenio y a la vez, de tu candidez. También con tus palabras me pusiste a pensar, hasta llegar a sorprenderme con tus ideologías, con tu manera de ver la vida. Me resulta increíble cómo es que lograron todo eso tus palabras, y sin embargo fue tu mirada la que me hizo temblar, estremecerme dulcemente sin saber qué hacer, qué decir. Duró lo que duró y en cuanto terminó, comencé a extrañarla, soy tan feliz al llevar esa mirada en mis más sólidos recuerdos y poderla vivir de nuevo cada que cierro los ojos. Desde ese momento me dediqué a fabricar fantasías en mi cabeza y cada que volvías a mirarme, me sentía más nervioso, más frágil y en vano trataba de tomar control de mi cuerpo que se movía intranquilo, torpe. Haber escuchado tantas canciones acerca de lo mismo y que un día comprendas a qué se referían todos aquellos autores al hablar de “el poder de una mirada” es algo por lo que hoy puedo decir que he vivido.

Ese Beso

Aunque la música está tan fuerte y la luz tan tenue, puedo escuchar tu respiración y a mi corazón latir, y puedo ver cada detalle de tu cara, tu cabello, tus formas. Un sinfín de miradas nos confirman lo que está a punto de suceder. El irnos acercando tan despacio es delicioso. El tragar saliva y mojar mis labios nos provoca aún más ansiedad. Tus manos en mi cuello y las mías en tu cintura se aseguran de que ese momento no se nos escape. Ya vas cerrando tus ojos y mi corazón ahora se escucha más alto que la música. Siento tu respirar ya sobre mi piel. Y luego el contacto. El suave contacto de tus labios con los míos. Se siente tan bien. Es como si se detuviera el tiempo sólo para los dos, para nosotros dos. Tus labios no sólo tocan los míos, los acarician, los miman sutilmente. Subo mi mano hasta tu espalda y con ella te presiono hacia mí. Deseábamos tanto este beso que lo hacemos eterno, lo hacemos muchos, muchos besos, uno tras otro. Termino atrapándote para morderte quedito, muy quedito.

Esa Noche

Vas a decepcionarme. Vas a hacerme sentir que todas esas hermosas sensaciones se las puedes regalar a cualquiera que esté contigo. Vas a hacerme sentir muy celoso, celoso ¿de qué?, aún no te he pedido que seas mi novia y la verdad es que no he tenido oportunidad de hacerlo. Vas a fingir estar inconsciente. Vas a apelar a mi “condición de hombre” para que me aproveche de ti. Vas a tener que jugar otro juego. Vas a tener que ser directa y con eso terminar de matar la ilusión en mí de vivir un romance de ensueño. Vamos a hacernos el amor sin querernos. Vamos a volver insípido un acto hermoso. Va a haber siempre entre nosotros un sinsabor extraño por siempre a causa de eso. Vamos a seguir así 10 años. Vas a aferrarte a mí y yo a ti durante todo ese tiempo. Vamos a tener miedo a perdernos, miedo a no encontrar a alguien con quien sentirnos plenamente felices. Vamos a tardar todo ese tiempo en superarlo, sólo porque tanto para ti, como para mí, esto es lo más cerca que hemos estado de amar y ser amados.

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