Auto empleo y esas mamadas…

Como ustedes probablemente no saben   tengo  un negocio… pequeño… humilde… y relativamente nuevo   cuya localización es  mi hogar… no es nada grande en realidad,  así que pueden ir  desasiéndose de ideas delictivas  al respecto.

A que vine esto, muy sencillo trabajar en casa y/o ser tu propio jefe  es más complicado de   lo que uno piensa, recuerdo esos lindos días   laborales donde creía que  trabajar para uno mismo  era  casi como el éxito máximo profesional  y así secretarias bellas tomándote dictado y la mamada pero… NO!!!!! .  Desafortunadamente esto no es real,  puesto que  debes poseer  un sentido de la responsabilidad excesivamente alto (“Cosa que  sinceramente a mí se me complica  de sobremanera”)…  y MUCHO!  control sobre uno mismo puesto que  es muy sencillo    distraerse (“Como es este el caso en el que debería estar trabajando y en  su lugar escribo un post”)…  supongo que algunos pueden pensar que “rico  llego al trabajo  más pronto, como en casa etc.”,   pero no se dejen deslumbrar por estas situaciones , ya que eventualmente  creando  mella  en el psique del individuo   que trabaja  en su hogar ,   listo  algunas de las partes más negativas a mi parecer , con las que me he topado  con relación a esto.

  • No poses esos  minutos  para despejarte  que suelen ser los del  camino laboral -> casa, casa-> trabajo
  • Tus minutos de   despejo alimenticio se reducen considerablemente, esto porque es incomodo sentarte  en tu sala  y que el trabajo  este hay como exclamando “Maldito huevon !”.
  • Es fácil caer en el trabajo excesivo puesto que tu “Hogar”  esta a minutos.
  • La monotonía de estar en el mismo lugar  durante tus horas de trabajo/descanso.
  • Interrupciones  habituales  con  problemas hogareños
  • El confiarse a trabajar “Muy cerca” y descuidar tus hábitos  durante la mañana (aseo – alimentación –vestimenta).

Y supongo que muchos  más que  estaré pasando por alto,  esto a la larga  si no llevas  algún tipo de control  sobre tu vida ,  termina  consumiéndote sin que te percates de ello , luego retomar una vida social /activa puede llegar  a costarte  mucho,  es por eso que  si  en algún momento planean hacer algo similar   piénsenlo bien y desde un principio pónganse reglas  y límites en cuanto a tiempos, tanto laborales como de esparcimiento, ya que con el tiempo se hará mas y mas difícil … lo digo por experiencia.

«I’d sell my soul for you babe; For money to burn with you…»

Estuve estudiando en colegios católicos durante 10 años de mi tierna infancia. Es por ello, y por mis fantásticos padres y entre otras cosas que creo que reafirmé muchos de mis valores.

(No nos metamos en complicaciones, las religiones son bonitas muletas morales, pero no profeso ninguna, ni creo en ningún dogma)

En algún momento de mi vida si sentí esa espinita por irme de monja, ser misionera, conocer África, ayudar gente…

Fue cuando escuché el concepto de «vocación» por primera vez, el «llamado» a hacer lo que te naciera, y que sería algo que harías con ganas, pues vendría natural.

Al pasar del tiempo, decidí que ser misionera no era mi vocación, la maestra de Literatura de segundo año de la secundaria me inspiró, y siento que le debo mucho. Decidí, tras una lección bastante larga sobre el Quijote de la Mancha, que quería ser escritora. Siempre he disfrutado mucho escribir.

Luego vino la prepa, puro desmadre, mi etapa darketa, puras decepciones, confrontaciones con el «realismo mágico»… decidí que necesitaba un trabajo de verdad, que muchos de los escritores que admiro son otra cosa, tienen otra profesión, que hay que sostenerse con algo más, porque a menos que seas muy constante, y termines siendo increíblemente exitoso, no puedes sobrevivir siendo sólo un escritor.

En clases de Orientación Vocacional nos hablaron de medicina, de derecho, de ingenierías…

Pero yo… soy una persona de letras, no de números, y adoro los libros. Fue entonces cuando, investigando por mi cuenta, me topé con una carrera abandonada: Lic. en Bibliotecología e Información. Apliqué. Entré, por supuesto. Hicimos examen directo 20 personas, y nos encajaron a 50 y tantos chicos de «reacomodo», que quedaron a un pelo de sus carreras de elección, y no lo lograron.

La UASLP les dice que si entran de reacomodo (entonces era Biblio o Agronomía) segurito la próxima entrarían a su elección.

Lo único es que el primer año lo tomé para enamorarme de mi carrera. Era exactamente lo que estaba buscando. También fue un año de sentarme hasta adelante, y tomar notas obsesivamente, porque a los de reacomodo no les interesaba en lo más mínimo y no dejaban escuchar.

Claro que una de las maestras que ahora es una eminencia (y hay muchos casos) llegó de reacomodo rechazada de Estomatología, y se enamoró de la profesión.

Yo le veía muchísimo futuro a mi carrera; trabajar con INFORMACIÓN neta me fascinaba, las posibilidades son infinitas. No se trata sólo de trabajar con libros en bibliotecas, me estresaba cuando nos empezaban a hablar de como las «Nuevas Tecnologías de la Información» podrían darle un vuelco a la profesión, y la mayoría de mis compañeros no sólo no se inmutaban, sino que no sabían encender la computadora. Es algo que adoro. Computadoras. Y libros. E información. Y organizar cosas obsesivamente, aunque en mi vida personal soy un caos (añado la foto de mi escritorio en este momento para que se den una idea)

Los bibliotecarios somos como los ninjas… somos amos de todo, maestros de nada. Nuestro trabajo es saber un poquito de todo, pues tenemos que organizar toda suerte de información que llegue a caer en nuestras manos. Estar aprendiendo constantemente.

Tras una serie de circunstancias MUY duras (las cuales ya conoce Kurazaybo, y les platicaré en otra ocasión si les interesa) me tomó trabajar en un lugar donde mi empleadora me hacía miserable y luego me desechó como basura (si, el bendito Tec de Mty) y tres años para titularme.

Estaba toda oronda y contenta. ¡Al fin era una Licenciada, una Bibliotecaria titulada y con permiso para organizar información en donde me llevara el viento!

Terminé haciendo el trabajo que la mayoría de mis colegas mediocres quieren, y que no me hace muy feliz.

Sólo en 5 estados de la república existen escuelas para estudiar la carrera, yo estaba lista para migrar a donde requirieran mis servicios.

Las aspiraciones de mis colegas son, por lo general, agarrar una plaza en la misma UASLP para no irse lejos de casa, ¡qué miedo! Pese a que los salarios son miserables y los puestos muy disputados.

Un año de desempleo me forzó a tomar el empleo que tengo ahora.

El trabajo podría disfrutarlo y ser bueno; es mi «superior» lo que lo hace miserable. Es compañero de graduación. Terminó porque, pues tenía que terminar algo, lo que fuera. No está titulado. Y no me pregunten cómo consiguió el puesto…

Y no tiene vocación. El otro día tuvimos problemas porque decía que los libros en la bodega deberíamos venderlos por kilo a la cartonera. Y le expliqué las reglas de Ranganathan, a todo libro su lector, y a cada lector su libro. No se inmutó. Le dije que debíamos esforzarnos por hacer llegar ese material a alguien que lo necesitara, que era nuestro deber.

Así que lo terminé haciendo yo todo, como siempre.

No me malinterpreten, no le tengo miedo al trabajo duro, trabajo desde los 16 años, empecé cerilleando. Y soy algo workahólica.

Lo que detesto, es la gente que no respeta su profesión. Y peor, la gente que se dedica a un trabajo, sin vocación. Mi santa abuela decía, que «a fuerzas ni los zapatos entran.»

No lo sé. Espero que las cosas mejoren. Por el momento, tengo MÁS Y MÁS trabajo que me pone mi patrón, porque él no puede/quiere hacer.

Lamento no ser constante, no tengo mucho tiempo ni ganas para escribir. Sorry for the tl;dr.

Misdemeanor

Una vida.. un trabajo..

Homero_Trabajo

Ah pues que puedo decir en mi defensa, mmm creo nada que evite me crucifiquen por no escribir puntualmente en este blog.. (por cierto cada vez más solo) pero en fin, aquí estoy de nuevo escribiendo, aún que ya le perdí la pista a esto por que el tema de la semana dice “Trabajo”, pero leo que desde hace dos semanas sigue el mismo tema … mmm será que ya es tema mensual? Jaja, bueno ya!, ni escribo pero bien que crítico jeje.. zaz! Hay les va…

Para mi el trabajar es más que una obligación es una forma de vida, desde que recuerdo mi vida ha sido trabajar y trabajar pfff que nena soy jaja, bueno, resulta que desde los 8 años.. o era antes?.. ahh como sea, desde entonce mi padre me enseño a trabajar, y trabajar en campo de sol a sol ehh… no como esos que hoy en día se quejan por que trabajan 8 hrs bajo un oficina con clima, café y agua a un lado ¬¬ … ya los quisiera ver en el campo a 30 o 35 grados con 30 Kgs al hombro trabajando la tierra … y no es en agravío de nadie ehhhh si ya de por si se siente mal Romaninski jajaja ntc…

Como les decía, el trabajo es como una forma de vida para mi, gira alrededor de él mi propia vida social, ingresos, estado de animo, hasta mi forma de ser… que mal!! =(,  y es que traigo demasiado arraigado eso de la disque responsabilidad que me inculcaron en casa, donde solo había algo que te formaría y te sacaría adelante como una persona de éxito bla bla bla … el TRABAJO.

Aun que no todo es malo, actualmente cuento con dos trabajos,  uno de tiempo completo y uno más por mi cuenta en mi tiempo libre, y a pesar de que suene pesado y aburrido etc etc, esto también me permite tener mi propia independencia (hasta cierto punto) ya que puedo mal gastar cuanto se me antoje ya que sé lo que me ha costado y lo que me costará recuperarlo y como les mencione anteriormente, aprendí que el trabajo era ese que te costaba cuarteaduras en las manos, resequedad en la cara, dolor de espalda, hombros y hasta el c… en el campo, así que ahora en día cada que digo “voy a trabajar” hasta sorio jajaja jajaja sip, porque eso de llegar a una oficina con todas las comidadesm pues para mi no es un trabajo real, intelectual quizá, pero uno uno verdader que te haga sudar la gota gorda como dicen..

En fin, who care… ya me voy que por cierto tengo mil de pendientes jaja… ni es cierto xP..

Tabajo y así.

Pues yo hago mi servicio social en el Laberinto de las Ciencias y las Artes, voy sábado y domingo de 9:00 am a 7:00 pm, supongo que se considera como trabajo (:

No soy comunista

El trabajo, es esa actividad que se realiza generalmente para obtener dinero a cambio de esfuerzo y tiempo.

Cuando recibí mi certificado de secundaria, me quede pensando de una forma ingenua que ya podía pedir trabajo como obrero. Si, soy tan viejo que aun recuerdo que a los operadores se les decía obreros y pues desde ese tiempo, ese es un sinónimo de un empleo poco renumerado y que te exige mucho esfuerzo físico, a su vez que trabajas en condiciones inseguras. Como era un joven con oportunidades para desarrollarme, continué estudiando y termine una carrera en ingeniería.

El llegar a la industria fue un cambio total para mí. Me di cuenta que incluso como personal  de confianza, las cosas no eran fáciles. Desde los horarios, que en la mayor parte de los lugares en los que he estado son de 7 am a “la hora en que termines o puedas salir” o lo lejos que este tu lugar de trabajo de la ciudad, hasta las tareas a realizar. Que te exigen concentración y que a veces te tienes que olvidar de lo que aprendiste en la escuela por que no te sirve. Llegas a aprender que aparte de tener que desempeñarte bien en tus obligaciones, también debes de socializar bien con tus compañeros y principalmente con los jefes; por que si no te quedas estancado en tu puesto.

Luego para terminar, en ultimas fechas, las empresas no están contratando personal nuevo. Al menos como comparación; en SLP hay 18 vacantes de hace 7 días para todas las ingenierías en OCC. En Queretaro con los mismos criterios de búsqueda, hay 46 ofertas. En el DF tienen 370 ofertas. Obviamente, hay que considerar el tamaño de las ciudades y las zonas industriales. Pero aún así, solo suman 434 ofertas. Y cada vez somos más y más egresados.

Ahora bien, últimamente he leído varias propuestas para elevar la contratación de personal nuevo. Algo que ni siquiera contempla la tan anunciada reforma laboral: la reducción de la jornada de trabajo. (ver fuentes)

Si bien, mi propuesta no es tan drástica. Simplemente, ¿Por qué no ver las horas que trabajan las personas? Y es que, aunque las empresas estén recuperándose de la crisis, muchas ejecutivos ya se dieron cuenta que el trabajo que se supone debe de realizar tres personas, lo pueden sacar dos. Aunque tengan que trabajar 60 horas a la semana.

Ahora bien, es una utopía (que de hecho el libro utopía, llega a plantear algo parecido) que requiere de un esfuerzo conjunto como sociedad. Ya que tiene que aumentar la productividad, disminuir la corrupción y aumentar los incentivos a empresas que pongan en acción la propuesta.

Estoy consciente de que es una idea controvertida; pero así también lo fue la reducción de jornada a 8 horas al día y demás derechos laborales.

Fuentes:

http://bitacora-alternativa.blogspot.com/2010/12/jornada-laboral-de-30-horas.html

http://www.youtube.com/watch?v=aB8D_9_fZRI

http://www.meneame.net/story/jornada-laboral-de-30-horas

Círculo vicioso

«Yo trabajo para vivir y vivo para trabajar!»

Eso de allá arriba es algo que alguna vez dijo mi papá alguna vez. Yo no sé, tiempo atrás tuve una discusión con una maestra de secundaria que decía que uno trabajaba para mantenerse y comer y así. Es decir, que el trabajo era ante todo una necesidad. «¿Y el trabajo voluntario?» le pregunté, pensando en los bomberos, los médicos sin fronteras y las cosas tan simples como los pasatiempos. Ella nunca supo qué contestarme.

El trabajo es algo muy raro. Es algo a lo que vas a dedicar muchas horas de tu vida, por más que quieras evitarlo. Y que aún así nunca estarás seguro si fue una bendición o una maldición.

Yo por ejemplo admiro mucho a Roger Ebert. Para los que no lo conozcan, es un reconocido crítico de cine que desde hace años tiene la virtud de reseñar películas sin decir exáctamente si son buenas o no. Cuando criticas, lo primero que te van a decir va por el lado de «hey, está muy bien que critiques pero ¿por qué no propones nada?». Y el Ebert puede fácilmente responder que ha escrito más de una película (relativamente oscura, lo acepto) que tiene excelentes críticas. Así que la mayoría de los detractores están obligados, al menos en ese aspecto, a comerse sus pantaloncillos. Porque el hombre sabe de lo que está hablando.

Sí, ha cometido errores garrafales al ponerse a hablar de cosas de las que no sabe mucho. Pero ¿No es lo que hace Stephen Hawkings cuando intenta hablar de temas que se salen del campo de la física estricta y exacta? Es como Bill Gates hablando de fútbol…

Yo tengo la loca idea de que el trabajo, en condiciones ideales, se hace más por vocación que por otra cosa. Si a ti te gusta, no sé, reparar bicicletas y es algo que podrías hacer hasta el final de los días aún en las condiciones más precarias, diantres ¡haz algo por explotarlo!

En mi caso, a mi me gusta mucho la jardinería. Podría plantar, cavar, abonar, podar, irrigar y  seleccionar plantas hasta morir. Sin agotarme, sin perder los ánimos. Hay momentos en mi vida en que invierto dos, tres o más horas seguidas en eso, en revisar que las cactáceas estén bien, que los árboles del camellón frente a mi casa se sigan desarrollando a un buen ritmo y no tengan plagas, que el jazmín en el patio trasero siga creciendo a un ritmo justo. Y no me pesa, no me cansa. No me es en ninguna medida un inconveniente. Lo disfruto, amo el olor de la tierra húmeda, el peso de los costales de sustratos, la cacería de los mejores y más exóticos ejemplares a precio de descuento. Porque de que hay oportunidades, las hay.

Alguna vez ya les hablé de mis frustraciones respecto a los videojuegos.A pesar de estar muy metido en el área de lo tecnológico, web, internetoso, yo nunca he sido una persona que se caracterice por seguir las últimas tendencias (me cuesta mucho aceptar y apostar por el iPhone/iPod touch por ejemplo, aunque se que es la onda en este momento y está muy bien justificado su éxito).

Pero es que pónganse en mis zapatos: supongas que un dispositivo iOS vale en promedio $5’000 pesos. Por esa cantidad yo les diseño, planto y entrego un jardín de 6 x 6 metros, con árboles, flores, pasto y un par de sorpresas, incluyendo el abono para un año. Hay que mencionar que con eso, el jardín podría, sin problemas, vivir de dos a tres años en condiciones *óptimas* (sin contar los gastos de agua/irrigación, que son muy variables según el clima).

Piénsenlo, un jardín. Con flores y árboles. Que pueden disfrutar tantas personas como ustedes quieran y que, pasados unos seis años, no requerirá más de cuidados (si le dejan de prestar atención las flores más delicadas habrán muerto y solo quedarán los árboles) para seguir viviendo por decadas. Un jardin que, aún en sus peores momentos seguirá aportando oxígeno a la atmósfera, serenidad a quien lo visite y una bella vista a quien lo mire, aunque sea de lejos. Un jardín que para vivir no pide nada más que lo dejes en paz y le aportes de vez en cuando algo de agua.

Para mi la elección es más que obvia: aquel pedazo contaminante de tecnología está sobrevalorado. Ese iPhone blanco de última generación quedará obsoleto en tres años. Pero si hubieras invertido ese dinero en un jardín, dentro de tres años, lo estarás gozando.

No sé, fiestas y carnes asadas en el exterior con una agradable alfombra de césped bajo los pies y la compañia de los amigos. Más adelante, digamos unos 6-8 años, no tendrás dificultad para amarrar tu hamaca en los árboles que sembraste en el pasado. En quince, veinte años, llevarás a tus hijos a aquel lugar y les dirás «yo planté este árbol antes de que tú nacieras». Y aquel árbol será enorme y hermoso. Y si plantaste árboles frutales y los cuidaste adecuadamente, ólvidate. Ólvidate de comprar aguacates o naranjas o duraznos. Porque los tendrás por el resto de tu vida, y gratis.

Ahora está de moda ser ateo y referirse a la Sagrada Biblia como un libro de fantasía muy entretenido. Y yo me doy de topes contra la pared, porque es absurdo. No tengo problema si ustedes no creen en Dios o dios o los dioses o «aquello». Pero ¿es que acaso la biblia puede leerse sin tomarse en serio?. A mi me gusta mucho la párabola de los talentos, aquella en que un señor que posee tierras deja varias monedas de oro a sus trabajadores y al regresar de una larga ausencia, les pide cuentas. «¿Qué hiciste con lo que te dí?» les pregunta a su regreso. Hubo quien lo despilfarró, lo gastó, lo prestó o hizo tal o cual cosa que no dió fruto. Pero también hubo aquel que hizo crecer los denarios.

Al comprar el último gadget de novísima moda y tecnología ¿estoy haciendo crecer mis denarios? Se los dejo a su imaginación, así como el hecho de si todo lo que dice la biblia es pura fantasía…

Si supiera resumir las cosas e ir directamente al grano creo que les recomendaría a todos pensar un poco a largo plazo las cosas. Diez, quince, veinte años. Los centavos que estas gastando ahora ¿cómo los verán tus hijos?

Quizá tenga algo que ver el hecho de que mi madre es vieja. Es vieja y tanto a ella como a mí siempre nos gustó sembrar cosas. Mi abuelo alguna vez sembró un aguacate. Piénsenlo, llevan años saboréandolos y tirando la semilla (que es gratis) a la basura. El aguacate creció. Pero luego nos mudamos a otra casa y lo abandonamos. Ahora lo lamento con todas mis fuerzas. Porque no me costaba nada hacer el esfuerzo de escarbar y transportarlo. Así hubiera tenido que pagar impuestos, cargos de envío y demás, aún conservaría algo que mi abuelo hizo con sus manos y que seguiría creciendo y dando fruto. Pero lo olvidamos y mur seguramente murió. Jamás le dimos la oportunidad de alcanzar su oportunidad. Fue despertar, de las entrañas del más allá, a una criatura maravillosa solo para verla morir a causa de nuestra negligencia.

Como decía, mi madre es vieja. A ella y a mi nos gustan las plantas, las flores, los árboles. Desde pequeño soñé con darle el regalo de un gran jardín. Ahora que soy adulto sé muy bien que lo más probable es que nunca tenga la oportunidad de darle el gusto. Porque me veo *obligado* a gastar en otras tantas cosas irrelevantes. Porque tengo la compulsión de gastar mi dinero en basura. Porque para tener un jardín de dimensiones decentes tendríamos que comprar una casa más grande y eso es un sueño inalcanzable.Porque he fracasado con los denarios que me han sido dados.

Ahora siembro en el camellón frente a la casa, recolecto las semillas de jacaranda de los árboles del parque. Porque de otra forma se habrían podrido y jamás habrían retoñado, jamás se convertirían en esos árboles impresionantes que mostrar a mis nietos.

Porque con cada movimiento, con cada decisión, no puedo evitar pensar en el futuro más allá de mi. Diez, veinte, treinta años. Es imposible saber donde estará el mundo para entonces. Pero podemos soñar. Podemos hacer el intento de sembrar algo que dará fruto para entonces.

Tema de la semana «Trabajo»

Es irónico que apenas estemos poniendo el tema de esta semana, como si costara tanto trabajo…

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